Por Qué No Necesitas Una Startup

Dada la tétrica situación económica que vivimos en muchos países, la cantidad de personas en paro (aquí en España duplicamos la media europea) y la altísima posibilidad de que cuando nos queramos jubilar el sistema nacional de pensiones haya volado por los aires, a bote pronto puede sorprender que la actitud emprendedora no haya germinado en más personas…

¿Pero sabes una cosa?

No basta con decirle a los parados que la solución a sus problemas es simplemente crear una startup.

De hecho, en muchos casos simplemente aumentarás su ansiedad haciéndoles sentir torpes e incompetentes por no dar el salto. Por no tener espíritu de emprendedor

En muchos casos (probablemente incluso en la mayoría de los casos), la solución NO es una startup; y curiosamente esto te lo dice alguien que ha creado y vendido una por siete cifras. Debería de ser el máximo proponente de las startups, pero no lo soy. Más bien lo contrario.

Un padre de familia en apuros (y cada vez conozco a más, por cierto) necesita 100€ al mes para pagar el colegio de sus hijos, o para comer, y sencillamente no puede permitirse el lujo de pasarse seis meses en una escuela de startups, una incubadora o una aceleradora de negocios diseñando un plan de negocio y negociando con inversores potenciales para financiar una startup.

Y no digamos buscando una idea, formando un equipo, desarrollando un producto que no le apasiona pero puede cubrir una necesidad…

Por Qué No Necesitas Una Startup

No digo que no pueda suceder, porque todos conocemos casos de éxito en este sentido, pero la cantinela empieza a fatigarme porque frecuentemente no aporta mucho en el terreno práctico.

En nuestra cultura latina no faltan gurús diversos y maestros del emprendimiento – muchos de los cuales harían bien en predicar con el ejemplo y crear su propia startup de una vez por todas y dejarnos tranquilos a los demás.

Pero siento que en ocasiones sus consejos (aún bienintencionados) pueden resultar frustrantes para mucha gente.

Fíjate que yo sí que creo que la solución a muchos de nuestros males económicos es la iniciativa privada y el emprendimiento, no me malinterpretes, pero también creo firmemente que hay muchas formas de alcanzar esa independencia económica y no necesariamente pasa por un proyecto empresarial “a lo Silicon Valley”.

Intuyo que otros maestros del gremio mucho más competentes que yo (aquí tienes cinco de mis favoritos) opinan lo mismo. Y a sus contenidos me remito.

Los fundadores de las startups convencionales – esas de Silicon Valley que salen en los periódicos – generalmente tienen 3 cosas en común:

  1. Inventaron un producto tecnológico
  2. Formaron un equipo (aparte de los “n” cofundadores iniciales)
  3. Obtuvieron financiación para desarrollar su proyecto

¿Quieres saber la buena noticia?

No necesitas ninguna de estas tres cosas para crear tu propio negocio y construir una fuente de ingresos sostenible en Internet.

Puedes emprender en Internet, ayudar a tu familia, cumplir tus sueños, ser libre o hacer lo que te dé la gana realmente sin esos tres ingredientes.

Si encuentras un nicho de mercado por el que sientes verdadera pasión, el producto eres tú y tu contenido.

El outsourcing y la subcontratación de tareas te permitirán escalar tu negocio contando con los mejores profesionales cuando los necesites sin cargarte de una (costosa) estructura corporativa.

Tu inversión inicial no tiene por qué superar los 5-10$ al mes para alojamiento web y 9,99$ anuales para comprar un dominio.

Eso es todo lo que necesitas.

Cualquier persona tiene al alcance de su mano la información y las herramientas necesarias para vivir de la red (incluso vivir muy bien si perseveras y lo haces bien), y con una infraestructura prácticamente inexistente, sin equipo y sin inventar nada se pueden ver resultados a muy corto plazo en comparación con una startup tradicional de base tecnológica.

Evidentemente, como has leído en este blog una y otra vez, no es fácil vivir de Internet. Ni es necesariamente estable, ni mucho menos es mágico.

Como cualquier otra iniciativa empresarial, vivir del marketing digital requiere muchísimo trabajo y perseverancia. Y no es para todo el mundo, como tampoco lo es crear una startup con otros 2 fundadores y 25 empleados, atraer capital privado o desarrollar un producto innovador.

Pero vivir de Internet es posible, totalmente factible, y según mi experiencia personal es una de los caminos más viables (y gratificantes) para alcanzar la independencia económica.