Cualidades que busco en mis colaboradores

Los emprendedores, querido Lector, nunca lo hemos tenido tan fácil como ahora.

Hoy en día ya no es necesario tener una idea revolucionaria, patentar un invento ingenioso, ni contratar a centenares de empleados para lanzar un negocio exitoso.

Tampoco hace falta asumir una inversión millonaria. Por menos de 80 euros al año, de hecho, se pueden hacer auténticas maravillas con un simple nombre de dominio y espacio de alojamiento web (este paquete básico de Webempresa cuesta 79,20 euros al año). Por no necesitar, ya ni siquiera necesitas una oficina para emprender (y, menos aún, una fábrica repleta de maquinaria pesada).

Cualquiera puede construir un negocio rentable en Internet —nunca ha sido tan sencillo como ahora— y, por si fuera poco, toda la formación e información que necesitas está disponible gratuitamente en la red. En el podcast de La Academia de Marketing Online, sin ir más lejos, tienes a tu disposición cientos de horas de formación gratuita con reconocidos emprendedores digitales. Si necesitas una hoja de ruta más estructurada, El Método ÉPICO te guiará paso a paso.

Si quieres emprender, solamente necesitas una conexión a Internet, un propósito motivador único y ganas. Muchas ganas. Pero aparte de esos tres ingredientes, las barreras de entrada son prácticamente inexistentes.

Cualquiera puede intentarlo.

No necesitas ninguna certificación, licencia ni titulación oficial para lanzar tu propio negocio digital y llegar a millones de personas. No tienes que pedir permiso a nadie. Y si no, que se lo pregunten a “celebrities” digitales como El Rubius o Vegeta777 que forman parte de este nuevo elenco de emprendedores minimalistas.

Pero, claro, tantas facilidades son, en realidad, un arma de doble filo. No todo son ventajas.

El hecho de que cualquiera pueda intentar construir un negocio de éxito en Internet no implica que cualquiera lo vaya a conseguir. El camino que conduce al éxito empresarial es largo, tortuoso y está plagado de obstáculos. Uno de esos obstáculos es el Síndrome del Superhéroe.

El Síndrome del Superhéroe (una amenaza muy común entre los emprendedores digitales) consiste en pretender hacerlo absolutamente todo por tu cuenta, simplemente porque puedes. Al fin y al cabo, toda la información está disponible en Internet, las herramientas son gratuitas (o muy asequibles), los ingresos todavía son modestos y, claro, al final tanta filosofía “lean startup” y tanto “marketing de guerrilla” termina surtiendo efecto.

Lo barato resulta atractivo, y no hay nada más barato que hacerlo tú mismo (aunque la consecuencias para tu negocio, a largo plazo, pueden ser catastróficas).

Cuando padeces el Síndrome del Superhéroe, cada vez necesitas más horas para mantenerte donde estás, lo cual hace imposible crecer de forma sustancial.

La solución, obviamente, es buscar ayuda. Aunque sea sencillo empezar un negocio en Internet, si quieres ir más allá no puedes hacerlo en solitario.

Una buena forma de obtener ayuda es contratando a trabajadores “freelance” para realizar tareas puntuales en tu negocio. Esto te permitirá dedicar tiempo a esas áreas donde verdaderamente puedes aportar un valor diferencial.

En el Episodio #93 de La Academia de Marketing Online hablamos con Yolanda Pérez de LaSecretariaExterna.com sobre el Síndrome del Superhéroe y vimos algunas ideas para identificar y delegar tareas administrativas, cotidianas o rutinarias para que tú puedas centrarte en aquellas áreas donde verdaderamente aportas valor.

Soy partidario de predicar con el ejemplo, y sabes que buena parte de los consejos que comparto contigo aquí son el fruto de mi propia experiencia en los negocios digitales. Al fin y al cabo, por torpe que uno sea y por muchos errores que cometa (como ha sido mi caso), después de 15 años algo se va quedando. Aunque sea a base de mucha repetición.

Durante los últimos 6 meses, uno de mis retos más importantes ha sido —precisamente— identificar aquellas áreas de mi negocio que puedo delegar, y buscar colaboradores freelanec adecuados para asumir la responsabilidad.

¿Cuáles son los principales factores que tengo en cuenta a la hora de buscar colaboradores? ¿Qué cualidades y requisitos deben tener los miembros de mi equipo?

A continuación tienes algunas ideas…

Colaboradores Freelance

Pasión por el nicho de mercado

Lo primero que busco en un colaborador o trabajador “freelance” para formar parte de mi equipo es que comparta mi pasión por el marketing digital, el emprendimiento y la creación de negocios en Internet.

No busco a expertos en la materia, necesariamente, sino a personas que disfruten haciendo lo mismo que yo. No quiero que vean la colaboración como un trabajo o una obligación, sino como una oportunidad de hacer aquello que verdaderamente les apasiona.

Te sugiero que hagas lo mismo en tu propio nicho de mercado cuando busques colaboradores freelance. Si tu negocio gira en torno a las mascotas, busca colaboradores que adoren los animales. Si tu negocio gira en torno a Star Wars o los parques temáticos de Disney, asegúrate de que tu colaborador o colaboradora comparten esa misma pasión.

Los motivos son evidentes.

Cuando a uno le apasiona un determinado tema, el proceso de aprendizaje es mucho más fluido. Termina sabiendo más sobre ello que la persona media, y tiende a hacer las cosas con más interés. Está al corriente de la información más reciente con relación a ese nicho de mercado, y tiene un punto en común contigo.

Cuando selecciono a colaboradores freelance para formar parte de mi equipo, busco a personas que tengan un genuino deseo de aprender porque considero que tengo la responsabilidad de formar a esa persona que va a colaborar conmigo. Quiero que tenga una marcada inquietud por aprender más, y es un placer enseñar cuando la otra persona tiene hambre de conocimientos.

Visión compartida

El nicho de mercado es una cosa, pero, como bien saben nuestros Lectores, hay otros dos componentes fundamentales en cualquier negocio digital: el público objetivo (a quién vamos a ayudar) y la propuesta de valor añadido (cómo vamos a hacerlo).

El conjunto de estos tres ingredientes —nicho de mercado, público objetivo y propuesta de valor— forma la visión estratégica de tu negocio.

Considero especialmente relevante que mis colaboradores compartan mi visión estratégica.

Imagen cortesía de Pexels
Comparte tu visión estratégica con tus colaboradores. Imagen cortesía de Pexels

Los miembros de mi equipo deben comprender que el propósito de mi negocio es aportar valor a un determinado grupo de personas. Deben comprender que sin Audiencia no hay monetización posible, que el Usuario es el rey, y que todo el negocio se sustenta sobre un genuino deseo de ayudar a un grupo de personas a solventar determinados problemas, retos o frustraciones.

Si tu colaborador freelance simplemente tiene encomendada la tarea de compartir tu contenido X veces al día en las redes sociales o escribir X artículos para tu blog, pero no comparte la visión fundamental de por qué y para quién haces todo eso , tu negocio no estará operando a su máximo potencial.

Conocimientos de los colaboradores freelance

Me temo que no podemos ignorar los conocimientos puramente técnicos a la hora de seleccionar nuestro equipo de colaboradores.

Saber hacer lo que se supone que tienes que hacer —y, preferiblemente, tener algún tipo de experiencia práctica en las tareas que va a realizar— es un plus importante.

Aunque fíjate que no es el requisito más importante de todos.

De hecho, si tengo que elegir, prefiero mil veces a una persona con actitud positiva, ganas de aprender y pasión por el nicho de mercado, frente a otra que simplemente tiene los conocimientos para llevar a cabo las tareas necesarias.

Pero también es cierto que, por muchas ganas que tengas, si no tienes unos mínimos conocimientos técnicos, la cosa se complica.

Y eso nos lleva a la cuarta característica que busco a la hora de elegir “freelancers” o delegar tareas de mi negocio digital.

Capacidad para resolver problemas (no crearlos)

Volvamos a los orígenes del problema o, más bien, a los orígenes de la situación que pretendemos resolver.

Como recordarás, el objetivo de subcontratar y delegar tareas es evitar el temido Síndrome del Superhéroe y poder liberar horas para hacer otras cosas importantes en nuestro negocio.

Cuando busco un colaborador freelance, tengo una idea de las tareas concretas que quiero que haga, y quiero dejarle suficiente libertad para que no sólo lleve a cabo esas tareas por mí, sino que las haga mejor que yo.

Imagen cortesía de Pexels
Busca colaboradores que puedan resolver problemas. Imagen cortesía de Pexels

Eso implica que mis colaboradores deben tener iniciativa.

Deben comprender el objetivo de lo que estamos haciendo en cada caso, el proceso que venía siguiendo hasta la fecha para cumplir ese objetivo, y tener iniciativa para idear métodos o fórmulas mejores (claro, eso también impica saber medir las cosas para decidir objetivamente si, realmente, funciona mejor).

Una vez más, los conocimientos y habilidades prácticas que indicaba en el punto anterior son relevantes y útiles, pero casi tan relevante —o incluso más— es la actitud de resolver problemas de forma autónoma.

Dicho de una forma más sencilla: si yo encargo a un colaborador que lleve a cabo una determinada tarea, y ese colaborador me devuelve una lista de 15 cosas que tengo que cambiar o que podría estar haciendo mejor (con o sin algún tipo de fundamento) realmente me está creando más problemas y más inquietudes de las que tenía antes.

Y eso es lo último que necesito.

Claro que es útil identificar 25 posibles mejoras, pero más útil todavía es identificar y resolver (por tu cuenta) una de ellas. Por lo menos, eso es lo que yo prefiero.

Es útil que me hagas una auditoría de todo lo que está mal en mi página web, o en mi perfil de Twitter, o en mi canal de YouTube (especialmente si esas observaciones están contrastadas con datos prácticos y son algo más que meras opiniones). Pero lo que busco en mis colaboradores es que tengan la iniciativa de resolver todos esos problemas con la menor involucración por mi parte.

Atención al detalle

Dicen que el diablo está en los detalles y, frecuentemente, un negocio de éxito se construye a base de encadenar múltiples pequeños detalles —uno detrás de otro— con tenacidad y perseverancia.

La diferencia entre algo meramente bueno y algo extraordinario son los detalles. La diferencia entre ser una diminuta gota de agua más en la inmensidad del universo digital está en los detalles.

Faltas de ortografía, artículos mal alineados, imágenes de distintos tamaños, incoherencias, conformarse con cualquier cosa y no intentar hacer las cosas lo mejor posible —no perseguir la excelencia— son síntomas de una profunda falta de respeto por tu Audiencia y por ti mismo.

Y yo no quiero eso en mi equipo.

Como saben los Lectores, soy un mega fan de los parques temáticos de Disney. Soy un DisneyAdicto. Y ahí, precisamente, es donde aprendí la extraordinaria importancia que tienen los detalles en el contexto de una iniciativa empresarial.

Para empezar, Disney considera como competidor no sólo a los demás operadores de parques temáticos sino también a cualquier otra empresa con la que se relacionen sus clientes.

Exquisita atención al detalle en los parques Disney. Cortesía de https://mouskaholic.com/category/main-street-usa/
Los parques de Disney: ejemplo de una exquisita atención al detalle. Cortesía de Mouskaholic.com

Por ejemplo, si un visitante a los parques Disney obtuvo una gran satisfacción comiendo en un McDonald’s, esa calidad de servicio se le quedará grabada en la mente y, de forma subconsciente, comparará y esperará ese mismo estándar de calidad en Disney. En un mundo globalizado, la competencia ya no es un restaurante con otro restaurante, o un hotel con otro hotel; Disney entiende que todos compiten con todos en satisfacción al cliente.

Y esa satisfacción, frecuentemente, se consigue a través de los pequeños detalles.

Cualquiera que haya visitado un parque Disney habrá notado cómo sus trabajadores prestan una exagerada atención a los detalles más mínimos (al menos exagerada en comparación con lo que estamos acostumbrados a ver en otras empresas).

En Walt Disney World el objetivo es que cuando se abra el parque cada mañana luzca como el primer día, aunque ello implique pintar decenas de objetos y decorados al más mínimo signo de desgaste.

Cada noche, cuando el parque cierra sus puertas, un ejército de ingenieros y personal de limpieza comienzan su jornada para garantizar que a la mañana siguiente todo estará como nuevo. Cuidar hasta el más mínimo detalle es crucial para que todos nos llevemos una experiencia extraordinaria de Disney.

Todos los trabajadores de los parques Disney (conocidos como integrantes del reparto o “cast members” en lugar de simples empleados ya que se considera que cada uno de ellos representa un papel ante el visitante) pueden y deben interrumpir sus tareas habituales para ayudar a un huésped en apuros.

Si a un niño se le cae un helado, y un empleado lo ve, puede —y de hecho debe— interrumpir lo que esté haciendo para conseguirle a ese niño un helado de forma gratuita. No hay nada más importante que los detalles.

Cada huésped (porque Disney no los llama “visitantes” ni “clientes”, sino “huéspedes”) visitante de tiene aproximadamente 60 oportunidades al día para entablar algún tipo de contacto con los empleados de la compañía y el objetivo de Disney es ofrecer a cada uno de ellos un momento mágico.

Y por si todo esto no fuera suficiente, cuando algo no ocurre del modo que alguien lo espera, los trabajadores hacen un esfuerzo adicional para corregirlo. La meta es que nadie salga desilusionado del lugar más feliz del mundo.

No es lo mismo gestionar un parque temático de Disney que gestionar un blog, un podcast y un canal de vídeos como es mi caso, pero los principios —incluyendo la atención al detalle— son absolutamente idénticos

Compromiso de tus colaboradores freelance

Lo último que busco en mis colaboradores es el mismo nivel de compromiso que tengo yo con mi Audiencia.

El compromiso es más fácil de obtener cuando tus colaboradores comparten tu visión estratégica, tal como comentábamos en el segundo punto.

No me interesan colaboradores que simplemente quieren “probar, a ver qué tal”. Busco a personas que tengan la seguridad en sí mismos como para saber que van a encajar, que van a disfrutar y que van a dar lo mejor que tienen.

¿Busco algo sencillo? No.

Por supuesto que no es fácil encontrar a colaboradores que reúnan todas las características enumeradas anteriormente, pero existen. Yo ya he encontrado unos cuantos, y es un auténtico placer trabajar con ellos.

Quién sabe, a lo mejor algún día tú también eres uno de ellos : )