¿Por Qué Lo Haces? Tu Razón Para Emprender

Todos cometemos errores, querido Lector.

¿Pero sabes qué? En el fondo es una magnífica noticia, porque no se puede aprender (ni emprender) sin meter la pata de vez en cuando.

Como dijo Charlie Chaplin, no hay que tener miedo a equivocarse porque incluso los planetas chocan, y del caos resultante nacen las estrellas.

Chaplin estaría orgulloso de mí porque soy un verdadero especialista en el noble e infravalorado arte de cometer errores, y si escuchas alguno de los ciento-y-pico episodios de La Academia de Marketing Online rara será la ocasión en la que no hago referencia a alguno de mis míticos gazapos.

Pues bien, ha vuelto a ocurrir. Me he vuelto a equivocar, again.

Resulta que cuando explico a mi Audiencia los pilares fundamentales para construir un negocio de éxito en Internet – y me da igual que ese negocio sea una sofisticada startup tecnológica a lo Silicon Valley o un simple canal de YouTube donde compartes bromas y haces el cafre con tus amigos – siempre me centro en tres ingredientes fundamentales.

Los Oyentes más veteranos saben sobradamente que me refiero a:

  1. Identificar un nicho de mercado rentable
  2. Establecer un público objetivo concreto a quien puedas ayudar
  3. Diseñar una propuesta de valor añadido

Pero siento confesar (aunque mejor tarde que nunca) que falta algo muy importante en esta lista.

Se me olvidaba un ingrediente absolutamente crítico para emprender con éxito – posiblemente el más importante de todos – y ese ingrediente es el Por Qué.

Así, en mayúsculas.

¿Por qué lo haces?

¿Por qué quieres construir algo de la nada, con lo complicado que es eso?

¿Por qué estás dispuesto a sacrificarlo todo – incluyendo tu propia cordura – para crear un negocio en Internet?

Razón Para Emprender

Jason Van Orden y Jeremy Frandsen (creadores de Internet Business Mastery, uno de los primeros podcasts que escuché sobre marketing online y negocios digitales) lo llaman “Single Motivating Purpose”.

Mi amigo Francisco Alcaide – autor del fantástico libro Aprendiendo de los Mejores y a quien tuve el privilegio de entrevistar en el Episodio #66 de La Academia de Marketing Online que puedes escuchar aquí – lo llama “Tu Motivo Personal”.

Prácticamente cada experto en desarrollo personal y cada emprendedor de éxito lo llama de una manera distinta, y tú puedes llamarlo como te dé la real gana, pero lo verdaderamente importante es que sepas lo que es y por qué es tan importante.

Yo lo llamo “Propósito Motivador Único”.

El Propósito Motivador Único

El Propósito Motivador Único es aquella razón que – por encima de todas las demás – te empuja a hacer lo que haces contra viento, marea y tempestades.

Es lo que explica que en lugar de buscarte un trabajo “normal” como todo hijo de vecino, sueñes e intentes construir algo por tu cuenta a pesar de que las probabilidades de éxito son muy reducidas. Porque cuando tienes un Propósito Motivador Único, las probabilidades de éxito son irrelevantes.

El Propósito Motivador Único es ese “algo” que guardamos los emprendedores bien adentro, y que de alguna forma nos permite seguir poniéndonos en pie después de caer una y otra vez.

Es lo que hace que no podamos pensar en otra cosa más que en nuestro proyecto, y que una parte de nuestra mente – aunque sea de forma subconsciente – no deje de darle vueltas y vueltas a nuestro negocio.

Todos los emprendedores tenemos un Propósito Motivador Único, aunque no lo sepamos ni hayamos parado a pensar en ello.

Es algo muy subjetivo y muy personal que cada uno debe valorar por sí mismo, y su ausencia explica por qué aunque muchas personas saben perfectamente lo que tendrían que hacer para conseguir lo que desean, no lo hacen o se quedan a mitad de camino.

La Importancia del Propósito Motivador Único

El Propósito Motivador Único es la clave de todo – es el corazón del emprendedor – y cuando identificas el tuyo, algo en tu interior hace “clic” y las piezas encajan a la perfección.

Entiendes lo que tienes que hacer, y lo haces sin tregua ni descanso. Sin desfallecer y con una voluntad inquebrantable, pese a la adversidad.

Cuando encuentras tu Propósito Motivador Único, las excusas pasan a un segundo plano.

Mark Twain resumió la sensación de forma magistral: “los dos días más importantes de tu vida son el día que naciste y el día en el que descubres por qué.” Sin lugar a dudas el día más importante de la vida de un emprendedor es cuando descubre su Propósito Motivador Único.

Antes de lanzarte a emprender – antes siquiera de pensar en tu nicho de mercado, tu público objetivo y tu propuesta de valor añadido (que siguen siendo parámetros muy importantes) – te sugiero pensar en por qué quieres hacerlo.

Sabes que lo tienes todo en contra, sabes que buena parte de tu entorno ni entiende ni aprueba lo que estás haciendo, sabes que tienes muy poco tiempo libre y sabes que en realidad muy pocas personas han logrado vivir de aquello que verdaderamente aman.

Sabes que el emprendimiento es una montaña rusa emocional permanente, sabes que vas a enfrentarte a uno de los retos más titánicos que existen – construir algo de la nada – y sabes que el camino es largo, tenebroso, solitario y está repleto de obstáculos.

Camino Para Emprender
Imagen cortesía de Pixabay

Sabes que vas a enfrentarte a lo peor de ti mismo, y que quizás vas a descubrir cosas desagradables sobre ti y sobre las personas en general que preferirías nunca haber sabido.

¿Por qué – ante semejante mar de dificultades – quieres intentarlo? ¿Acaso has enloquecido?

Encuentra tu razón (y hago hincapié en que debe de ser tu propia razón y no la mía, ni una que tomes prestada de otros emprendedores) y tus probabilidades de éxito se multiplicarán. De hecho, probablemente si no lo haces tus probabilidades de éxito se esfumarán.

Te lo garantizo.

La consolidación de un negocio ganador – tanto online como con presencia física fuera de Internet – requiere pasión, paciencia y perseverancia. Las célebres 3 Ps.

Como he repetido una y mil veces tanto aquí en el blog como en el podcast de La Academia de Marketing Online quizás la “P” más importante de las tres es la perseverancia.

Por mucha pasión que tengas – por mucho que te guste tu nicho de mercado, por mucho que quieras ayudar a tu público objetivo y por mucho que creas en tu propuesta de valor añadido – vas a encontrar problemas por el camino.

Te lo garantizo.

Si no perseveras, si no eres tenaz, si no sigues hacia adelante ante la adversidad, tu negocio no despegará.

Pero los conocimientos prácticos y la fuerza de voluntad para poner en práctica esos conocimientos, aún siendo cualidades cruciales del emprendedor, no bastan por sí mismos.

Cuando todo vaya mal (y te garantizo que todo irá mal muchas veces) y cuando los resultados tarden en llegar (y te garantizo que tardarán) tu Propósito Motivador Único es la gasolina que te permite perseverar.

En general se trata de algo que tiene un efecto energizante y que intrínsecamente forma parte de quien eres. Es lo que hace que el riesgo de no intentarlo sea aún mayor que las consecuencias de intentarlo y fracasar.

¿Cuál es tu Propósito Motivador Único?

Bien, volvamos a la casilla de salida. ¿Por qué quieres construir un negocio en Internet?

No confundas posibles ventajas prácticas de consolidar un negocio rentable en la red con el Propósito Motivador Único.

Las ventajas de emprender son múltiples, desde no tener jefe hasta decidir cómo, cuándo y con quién vas a trabajar.

Y todas esas ventajas están fenomenal, pero propósito Motivador Único sólo hay uno.

Reitero que cada uno debe de encontrar su propio Propósito Motivador Único (preferiblemente antes de lanzarse a emprender), y conviene no dejarse llevar ni tratar de imitar los motivos de otros emprendedores.

En mi propia experiencia personal – y te recuerdo que llevo más de 15 años construyendo negocios digitales y por tanto algo habré aprendido, digo yo – el dinero no es un buen Propósito Motivador Único.

Ojo, esto no significa que uno no deba intentar rentabilizar su actividad al máximo. Todo lo contrario.

No vas a encontrar a ningún emprendedor que valore los ingresos monetarios más que yo, pero eso no significa que sea un fin en sí mismo.

El dinero es importante, pero no es la gasolina que mueve mi negocio; si lo fuera, sería mucho más cómodo trabajar en el departamento de marketing de una gran multinacional y probablemente ganaría mucho más dinero y trabajaría menos horas que persiguiendo mi propio sueño.

Es evidente que cuando me conecto por las mañanas y compruebo que durante la noche previa se han vendido cinco ejemplares de El Método ÉPICO (mi curso para aprender a construir un negocio en Internet desde cero) o de Podcasting Power (mi programa de formación para aprender a generar más Audiencia y más ingresos a través de un podcast) estoy más contento que cuando no he vendido ninguno.

¿Por qué? No porque ese sea mi Propósito Motivador Único, sino porque esas ventas me permiten vivir de lo que me apasiona que es ayudar a otras personas como tú a construir y consolidar sus propios negocios en la red.

Y cuantas más ventas se generan, más tiempo puedo dedicar a mi Audiencia y más recursos puedo invertir para ayudar a todas esas personas extraordinarias que quieren hacer algo increíble por su cuenta pero no saben por dónde empezar.

Ese es el fondo de la cuestión.

El Propósito Motivador Único es la sensación de que lo que haces merece la pena, independientemente de los ingresos que puedas estar generando en ese preciso instante.

Frecuentemente el Propósito Motivador Único es una sensación de realización personal fruto de ayudar a otras personas o negocios a conseguir algo que previamente se sentían incapaces de lograr.

Es una sensación de propósito, de paz interior y de utilidad que da significado a tu vida y hace que todo lo demás pase a un segundo plano.

Podríamos decir que tu Propósito Motivador Único es tu legado; una aportación única y diferencial que harás en tu nicho de mercado, y por la que serás recordado.

Un simple blog, una página web, un podcast o un canal de vídeos en YouTube puede transformar el mundo. Y no tienes que pedir permiso a nadie para crearlo.

Aquí te explico los conceptos básicos para empezar hoy mismo.

Independientemente de tu nicho de mercado, o de lo que hagas exactamente, tienes la capacidad de solucionar los problemas y las frustraciones de otra gente.

Tienes la posibilidad de ayudar a otras personas, de hacerles pensar, sonreír, sentirse realizados o simplemente entretenerse y olvidar sus problemas cotidianos aunque sea por unos minutos (que no es poco en los tiempos que corren).

Feliz De Emprender
Imagen cortesía de Pixabay

Tienes la posibilidad de inspirar a miles, cientos de miles o incluso millones de personas, que a su vez pueden inspirar a muchas personas más. Y todo gracias a ti.

Si eres capaz de interiorizar este concepto y aplicarlo en tu negocio o actividad de marketing online – en tu vida profesional – llegarás lejos, y no me refiero exclusivamente en el plano económico (que también).

Realmente, ¿tú por qué quieres emprender? ¿Qué es lo que buscas? ¿Qué es lo que esperas conseguir?

No siempre es obvio, y a veces hay que escarbar un poco para encontrarlo.

Por ejemplo, muchas personas deciden emprender porque detestan su trabajo. Pero eso no significa que no vas a detestar también tu propio negocio si finalmente te decides a intentarlo.

¿Qué es lo que detestas de tu trabajo, concretamente?

Si lo único que te molesta es tu jefe, no hace falta emprender. Puedes buscar otro trabajo con un jefe más amable. Si te molestan los horarios, puedes buscar otro trabajo más flexible o con un horario más cómodo.

Ahora bien, si percibes que realmente sientes un vacío profesional porque tu trabajo no aporta absolutamente nada a nadie, empiezas a acercarte a un Propósito Motivador Único.

Si quieres dirigir tu propio horario para pasar más tiempo con tus hijos – porque al fin y al cabo es lo más importante que tienes y dentro de poco se avergonzarán de darte la mano en público – allí también te estás acercando a un Propósito Motivador Único en mayúsculas.

Dale una vuelta. Nunca es tarde para definir lo que, al fin y al cabo, es tu razón de ser.