Compra en grupo – ¿por qué ahora sí y antes no?

En plena época dorada de las puntocom, surgieron numerosas empresas cuyo modelo de negocio estaba basado en las subastas inversas o compras en Grupo. LetsBuyIt, GruposDeCompra.com, Priceline, CoShopper, Mercata, Accompany, Netxum… Seguro que a más de uno le suenan estos nombres.
Todos estos negocios estaban cimentados sobre la adquisición de una masa crítica de Usuarios lo suficientemente potente como para negociar importantes descuentos en productos y servicios para sus miembros. La mayoría de estas empresas, sin embargo, fracasaron estrepitosamente, incluyendo LetsBuyIt que llegó a caer en bolsa más de un 70% evitando a duras penas una trágica bancarrota mediante el despido de unos 250 trabajadores.
Volviendo al presente, y contemplando el espectacular auge de Groupon (y sus innumerables clones en todo el mundo incluyendo Jellyfish, Ideeli, Woot, Tippr, LivingSocial, Yipit y decenas más), no puedo evitar preguntarme ¿por qué ahora sí y antes no? Groupon, por ejemplo, ha obtenido una financiación total de 173 millones de US$, asegura haber ahorrado hasta la fecha más de 300 millones de US$ a sus usuarios y está presente en casi una veintena de países Algunos analistas especulan con que alcanzarán los 300 millones de US$ de facturación en 2010. La pregunta, por tanto, es ¿qué ha cambiado?
Pocos casos atestiguan de forma tan patente la importancia de la ejecución y del «time to market» en un proyecto de Internet. Si bien «la idea» es un elemento indispensable para prender la mecha de cualquier iniciativa en el mundo de los negocios, la historia demuestra una y otra vez que la forma de ejecutar esa idea en realidad es más determinante.
Tampoco se puede ignorar la infraestructura o, dicho de otra forma, aquellos factores subyacentes que influyen tanto la demanda como la oferta de este tipo de servicios. Es evidente que tanto el número de usuarios conectados, como el porcentaje de ellos dispuestos a comprar online, ha crecido exponencialmente en la última década aumentando así la demanda potencial para la compra en grupo. De igual manera los proveedores – aquellos negocios que ofertan los cupones y demás descuentos – también han tenido 10 años más para interiorizar el crecimiento de Internet y convertirlo en una pieza esencial de su negocio.
Los nuevos medios de comunicación social y el auge en la creación de contenidos por parte de los propios usuarios es otro factor clave en el florecimiento de este tipo de negocios en 2010 frente a 2001. Un reciente informe de Compete.com, por ejemplo, indicaba que el 44% de las visitas de Groupon provienen de Facebook y el 8% de Twitter. Esto es, más de la mitad de los usuarios de este grupo de compra provienen de fuentes de tráfico que hace 10 años ni siquiera existían. Indudablemente la capacidad de comunicación de estas redes, así como la influencia del boca a boca que se transmite a través de ellas, es un factor decisivo a la hora de convertir en éxito algo que anteriormente no lo fue.
En cuanto a los modelos de gestión empresarial, también habría que destacar las diferencias sustanciales entre los grupos de compra de hoy y los de hace 10 años. Quizás embriagados por la tendencia al gasto desmesurado sin una clara perspectiva de ingresos, LetsBuyIt invirtió entre 10 y 20 millones de US$ en construir una plataforma tecnológica y en poco tiempo pasó a operar en 14 países, vendiendo productos desde collares de diamantes a equipos electrónicos con un margen ajustadísimo. En contraste, exceptuando los jugadores más grandes que ya han demostrado su capacidad de generar ingresos, los grupos de compra contemporáneos parecen estarse enfocando en nichos de mercado tanto sectoriales como geográficos, en lugar de intentar abarcarlo todo a la vez, lo cual garantiza un modelo financiero más equilibrado, estira menos los recursos generalmente limitados y tienden a magnificar su fuerza de negociación con proveedores locales.
Finalmente, tampoco podemos ignorar las diferencias en el contexto económico que vivimos ahora con respecto al de hace 10 años. La crisis financiera mundial de los últimos años invita a los usuarios – cada vez más experimentados en el uso de las nuevas tecnologías – a buscar ofertas atractivas en cualquier medio y ahorrar el máximo dinero posible.
Seguramente no haya un único factor que explique de forma categórica la diferente suerte que parecen estar corriendo este tipo de negocios ahora y hace 10 años, pero este tipo de ejercicio puede ayudarnos a extraer paralelismos ciertamente llamativos y sin duda aplicables a otros sectores.