Confianza En Ti Mismo (Te Lo Tienes Que Creer)

Cuando mi hermano pequeño anunció hace un par de años que se casaba, me hizo muchísima ilusión. Pero cuando explicó que la ceremonia tendría lugar en México D.F. (aproximadamente 9.000 kilómetros de distancia desde Madrid) la cosa ya no me hizo tanta gracia, para qué nos vamos a engañar.

No me malinterpretes, querido Lector.

Tenía muchas ganas de conocer “El DeFe” (finalmente tanto la ciudad como sus maravillosos habitantes superaron con creces mis mejores expectativas), pero a priori no podía imaginarme qué diablos haría encerrado en un avión durante las 12 ó 14 horas que duraría el vuelo.

Curiosidades de la vida, al final en ese vuelo (que afortunadamente transcurrió sin incidente alguno) aprendí una valiosa lección empresarial que quiero compartir contigo.

El Peor Equipo Del Mundo

Poco tiempo después del despegue, cuando ya habíamos alcanzado nuestra altura y velocidad de crucero (gracias por la información, Señor Piloto) empecé a trastear con el sistema de entretenimiento a bordo y un documental me llamó poderosamente la atención.

Se llamaba El Peor Equipo del Mundo (“Next Goal Wins” en inglés)»y la sinopsis era tan escueta como irresistible para cualquier emprendedor que se precie: El poder de la esperanza frente a dificultades aparentemente insalvables, y una lección de lo que realmente significa ser un ganador en la vida.

El Peor Equipo Del Mundo

Como te decía, una descripción absolutamente irresistible, ¿no crees?

Había encontrado entretenimiento para una hora y media, aunque probablemente me dormiría antes pensé (erróneamente)… Al fin y al cabo, nuestro vuelo con destino a México D.F. había despegado cerca de la medianoche, y la copita de champán que nos dieron de bienvenida ya estaba empezando a surtir efecto.

Pero no me dormí.

De hecho, no pude dejar de pensar en ese documental durante el resto del vuelo ni durante mi estancia en México. Todavía hoy – varios años después – el recuerdo de ese documental que vi en aquél avión está tan vivo en mi memoria como el primer día.

Te voy a contar por qué.

Samoa Americana es un diminuto territorio no incorporado a los Estados Unidos situado en el Pacífico Sur. Es uno de los 17 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, localizado al oeste de las Islas Cook y al norte de la isla de Tonga.

El “país” (por llamarlo de alguna forma, aunque técnicamente creo que ni siquiera es un país propiamente dicho) tiene una población cercana a los 60.000 habitantes y una superficie total que apenas supera los 75 km² (ligeramente mayor que el distrito federal de Washington).

Tristemente Samoa Americana se hizo famosa en el mundo entero por haber sufrido el 11 de abril de 2001 una de las mayores palizas de la historia del fútbol: una goleada por 31-0 en partido oficial correspondiente a la fase de clasificación para el mundial de 2012 contra la selección de Australia. La abultada derrota generó titulares en la prensa deportiva de medio mundo, poniendo a Samoa Americana en el mapa aunque con la etiqueta de “el peor equipo del mundo”.

Nicky Salapu, portero y capitán de Samoa Americana, después de recibir 31 goles en un partido
Nicky Salapu, el portero y capitán de Samoa Americana, después de recibir 31 goles en un partido

Con la mala leche que tiene mucha gente, imagínate los memes que corrieron por la red aquellos días…

Una década después, todavía hundidos en el ranking FIFA y solamente habiendo anotado dos goles en 17 años (y perdiendo todos los partidos), la federación norteamericana de fútbol propuso al técnico holandés Thomas Rongen el increíble reto de clasificar al equipo de Samoa Americana para la fase final del campeonato del mundo de fútbol de 2014 que tendría lugar en Brasil.

Y tenía un mes para obrar el milagro.

Rongen – que había jugado al fútbol profesionalmente durante los años setenta con leyendas como George Best y Johann Cruyff, y que había formado parte de la célebre Naranja Mecánica – se encontró con lo que él mismo calificaría como el nivel más bajo de fútbol que había visto en su vida con mucha diferencia.

Para empezar, más que un equipo de fútbol la selección nacional de Samoa Americana apenas era una pandilla de amigos. Una banda, vamos.

La mitad de los jugadores ni siquiera tenía fondo físico para aguantar 90 minutos de juego. El portero que había concedido los 31 goles a Australia estaba roto emocionalmente, uno de los jugadores pertenecía al conocido como “tercer sexo” en la cultura de Samoa (hombres femeninos criados como mujeres por sus familias) y para rematar, el mejor jugador del equipo se había alistado en el ejército americano y se encontraba haciendo maniobras militares a 9.600 kilómetros de distancia (más lejos aún que mi vuelo desde Madrid a México D.F.)

Equipo Samoa Americana
Thomas Rongen con sus pupilos

No te voy a contar cómo acaba la cosa (te recomiendo ver el documental) pero ahora mismo eso es lo de menos.

Al finy al cabo ésta página que estás leyendo trata sobre marketing digital y negocios en Internet, así que debemos ir aterrizando qué tiene que ver todo esto con tu negocio digital.

Y, como siempre, tiene todo que ver. Ya sabes que aquí no damos puntada sin hilo, y aunque frecuentemente parezca que estoy divagando todo tiene un sentido y todo tiene una cabida en tu negocio .

Thomas Rongen – el entrenador encomendado con la complicada misión de transformar un equipo de perdedores en un equipo de ganadores – se encontró con un grupo de personas con ciertas limitaciones técnicas y deportivas, pero fundamentalmente con severas limitaciones de actitud mental.

El primer paso para alcanzar el éxito y convertirte en un ganador – en el deporte, en los negocios o en cualquier otro ámbito – es creer firmemente en ello.

Tienes que creer no sólo en lo que estás haciendo, sino en tu propósito para hacerlo (tu propósito motivador único) y en tu capacidad para llevarlo a cabo. Porque si tú, como emprendedor, no crees en ti mismo habrás perdido el partido antes de salir al terreno de juego.

Si tú no crees en ti mismo o en lo que estás haciendo, no puedes esperar que tu Audiencia crea en ti. Y si tu Audiencia no cree en ti, puedes olvidarte de la monetización.

Algunos Lectores – los más escépticos – me dirán que esto es una versión demasiado simplista de la vida, y en parte tienen razón. Evidentemente no es suficiente sentirse ganador – hay que hacer mucho más – pero si no te lo crees, no lo conseguirás. Te lo garantizo.

Es más fácil decirlo que hacerlo, eso también es cierto, pero para hacerlo primero tienes que decirlo. Te lo tienes que decir a ti mismo, y te lo tienes que creer.

No es fácil crear un negocio en Internet. De hecho, crear algo de la nada es uno de los retos más colosales a los que nos podemos enfrentar como seres humanos. Necesitarás formación, necesitarás pasión, necesitarás perseverancia y necesitarás paciencia porque los resultados no van a llegar de la noche a la mañana.

Pero para reunir todos esos ingredientes, tienes que creer en ti mismo. Tienes que creer objetivamente en el potencial de tu proyecto (ahí entra en juego la formación) y tienes que creer objetivamente en tu propio potencial para llevarlo a cabo.

Porque tú no eres significativamente diferente – y desde luego no eres inferior – que otras personas que sí lo han conseguido.

Dicho de otra forma, una firme confianza en ti mismo no es lo único que necesitas para construir un negocio de éxito dentro o fuera de Internet, pero sí es una condición sine qua non.

Algunas personas te llamarán iluso, y otras personas dirán que tienes un ego más grande que la Torre Eiffel. La realidad es que ni eres iluso, ni te crees el obligo del mundo. Solamente tienes la firme creencia – al igual que esos humildes jugadores de Samoa Americana – que todavía no has dado lo mejor de ti mismo.