Los 4 Jinetes Del Apocalipsis Que Quieren Hundir Tu Blog

El Libro de las Revelaciones – también conocido como el Apocalipsis de San Juan – es uno de los pasajes más ricos en simbología del Nuevo Testamento y ha sido objeto de numerosas interpretaciones durante los últimos milenios.

Los Siete Sellos (uno de los pasajes más conocidos del Apocalipsis) arranca con la tétrica descripción de cuatro jinetes que traerán consigo guerras, epidemias, hambre, muerte y el fin de los tiempos.

Vamos, nada bueno.

No creo que yo sea la persona más indicada para interpretar la Biblia, ni que éste sea el lugar más adecuado para hacerlo, pero tras leer este pasaje me parece evidente que cada uno de nosotros tenemos que enfrentarnos diariamente a nuestros propios “Jinetes del Apocalipsis”.

Los 4 Jinetes Del Apocalipsis Que Quieren Hundir Tu Blog

Más allá de los fantasmas personales o familiares de cada uno de nosotros, los valientes que luchamos por construir un blog sólido en Internet tenemos que afrontar diariamente un sinfín de retos, amenazas, dificultades y tribulaciones.

En el artículo de hoy quiero hablarte concretamente de cuatro que – si no tenemos cuidado – pueden hundir nuestro blog en un periquete; nuestros Cuatro Jinetes.

La Falta de tiempo

Para la mayoría de nosotros, el tiempo es un recurso limitado y por tanto un bien muy valioso (aunque no siempre lo tratemos como tal).

Nos faltan horas en el día para hacer todo lo que queremos, y por tanto “La Falta de Tiempo” es el primer jinete que deberemos derrotar si queremos construir nuestro propio negocio en la red.

La situación puede resultar especialmente frustrante si estudias o trabajas a tiempo completo, o si te dedicas a tus hijos o a las tareas del hogar que no es poca cosa, de forma que solamente puedes dedicar un tiempo limitado a tus proyectos durante la noche, fines de semana o ratos muertos.

Sé sincero contigo mismo. Cuando dices “no tengo tiempo para crear algo en Internet”, ¿no quieres decir realmente “prefiero dedicar el tiempo del que sí dispongo a hacer otras cosas”?

No te preocupes, es normal. Llegas a casa tarde, dedicas tiempo a tu familia, cenas y cuando finalmente tienes un hueco para impulsar tu proyecto de marketing digital estás agotado y te cuesta horrores.

Habitualmente no harás nada – o lo harás a regañadientes – lo cual encima te provocará cargo de conciencia porque pensarás que si quieres llegar a alguna parte deberías de aprovechar ese tiempo.

No quiero ser especialmente duro, pero todos tenemos días de 24 horas y todos tenemos otras cosas que hacer. La clave es, ¿qué hacemos con esas horas?

Una posible vía de actuación es no preocuparte de momento por el tiempo del que no dispones, y aprovechar ese tiempo del que sí dispones para completar tareas en etapas cortas pero intensas de máxima concentración.

Recuerda que lo importante no es hacerlo todo en un día, sino hacer acto de presencia todos los días. Esa es la clave: hacer acto de presencia.

Pongamos, por ejemplo, las tareas que se requieren para crear un blog. Muchas de estas tareas las hemos repasado ya en esta página pero a modo de resumen – como mínimo – tendrás que investigar tu nicho de mercado, analizar si es rentable, estudiar la competencia, crear tu página, generar contenidos (que destaquen), crear las correspondientes cuentas en redes sociales, interactuar con tus Usuarios…

Si intentas hacer todo esto de golpe para tu blog, posiblemente fracasarás (lo cual no es necesariamente algo malo, ya que irás aprendiendo cosas por el camino, pero mejor evitarlo ¿no?).

Intenta descomponer los proyectos complejos en tareas cortas, y cuando dispongas de tiempo libre dedícate a una sola tarea de forma precisa e intensa. Serás mucho más productivo y – además – realmente disfrutarás de lo que estás haciendo si te centras en completar esa tarea en el tiempo disponible.

Recuerda que muchas veces en marketing online lo más difícil de todo es empezar, y si quieres tenerlo todo perfecto desde el primer momento cabe la posibilidad de que no empieces nunca. Es una carrera de fondo y hay que ir cumpliendo etapas.

¿Tienes una hora libre esta noche, pero solamente una hora? Diseña el logotipo para tu página. No pienses en otra cosa durante esa hora, no hagas otra cosa durante esa hora y no le dediques a esa tarea más de una hora. Cuando se acabe el tiempo, se acabó esa etapa. Ya tendrás tiempo más adelante para hacer las modificaciones pertinentes, si surge, pero recuerda que si tu proyecto no sale adelante probablemente no será por el logotipo sino porque no completaste las otras fases.

Recuerda que lo importante es hacer acto de presencia.

La Falta de Conocimientos

No sé cómo hacerlo…” es la carta de presentación del segundo jinete de nuestro Apocalipsis particular.

Sabes conceptualmente lo que quieres hacer, sabes que tienes cosas valiosas que aportar al mundo en tu nicho de mercado, pero no lo haces porque “no sabes cómo hacerlo”.Te sientes abrumado, no sabes por dónde empezar, y en definitiva estás derrotado antes de empezar.

Suena a cliché, pero en la era de las nuevas tecnologías el que no aprende es porque no quiere. Si tienes inquietud por aprender algo, la información está allí – en Google o en YouTube – esperando a ser encontrada. Y no es difícil, pero necesitas disciplina y tiempo (otra vez, el primer jinete).

Pero fíjate que no se trata de aprender porque sí; como he dicho mil veces, aquí no triunfa el que más sabe sino el que más hace.

Se trata de aprender cosas que podamos poner en práctica inmediatamente, antes de que se nos olviden, y luego preocuparnos por aprender lo siguiente que vayamos a necesitar para que nuestro proyecto siga avanzando.

El método Justo a Tiempo (del inglés “Just in Time”) hace referencia a un sistema de organización industrial ultra-eficiente que se perfeccionó en las fábricas japonesas para maximizar la productividad.

En su esencia, la filosofía del Justo a Tiempo puede resumirse en producir los elementos que se necesitan, en las cantidades que se necesitan, justo en el momento que se necesitan, y puede aplicarse perfectamente a tus proyectos de marketing online. Como por ejemplo crear un blog.

Te recomiendo que aprendas lo que necesitas, en la cantidad que necesitas, cuando lo necesitas. Y no antes. El exceso de información – independientemente del nivel en el que te encuentres – puede ser tan malo como la falta de información.

Céntrate en la próxima tarea, y aprende a hacerlo. Si todavía no has creado tu blog, no te preocupes si no sabes crear un podcast. Créeme, cuando llegue el momento aprenderás a hacerlo.

La Falta de Dinero

En general, los fundadores de las startups convencionales (esos gigantes de Silicon Valley que todos conocemos) tienen 3 cosas en común:

  1. Inventaron un producto, servicio o aplicación
  2. Contrataron empleados
  3. Obtuvieron financiación para desarrollar su proyecto

La buena noticia es que no necesitas ninguna de estas tres cosas para crear tu propio negocio en Internet.

Aunque es recomendable invertir al menos 9.99 US$ en comprar un dominio, y un poquito más para instalar WordPress y contratar alojamiento propio, como ya adelantamos aquí puedes empezar con plataformas gratuitas como Blogger que te permitirán comunicar tu mensaje al mundo.

A medida que tu proyecto vaya creciendo, y comiences a percibir la posibilidad de generar ingresos en el horizonte, podrás invertir en otro tipo de herramientas que te facilitarán el trabajo pero inicialmente lo único que debe preocuparte es producir contenidos extraordinarios de forma regular e interactuar con los Usuarios que se vayan fijando en lo que haces.

Y para eso no necesitas dinero.

Ingresos Online

Más adelante, el outsourcing y la subcontratación de tareas te permitirán escalar tu negocio contando con los mejores profesionales cuando los necesites sin cargarte de una (costosa) estructura corporativa.

Cualquier persona tiene al alcance de su mano la información y las herramientas necesarias para vivir de la red (incluso vivir muy bien si perseveras y lo haces bien), y con una infraestructura prácticamente inexistente, sin equipo y sin inventar nada se pueden ver resultados a muy corto plazo en comparación con una startup tradicional de base tecnológica.

Evidentemente, como has leído en este blog una y otra vez, no es fácil vivir de Internet. Ni es necesariamente estable, ni mucho menos es mágico.

Como cualquier otra iniciativa empresarial, vivir del marketing digital requiere muchísimo trabajo y perseverancia. Y no es para todo el mundo, como tampoco lo es crear una startup con otros 2 fundadores y 25 empleados, atraer capital privado o desarrollar un producto innovador.

Pero vivir de Internet es posible, totalmente factible, y según mi experiencia personal es una de los caminos más viables (y gratificantes) para alcanzar la independencia económica.

Y el dinero que puedas invertir no es un factor decisivo.

La Falta de Persistencia

“La Falta de Persistencia” es nuestro cuarto jinete; quizás el más puñetero de todos, porque realmente somos nosotros mismos.

El jinete más peligroso es tu propia falta de motivación.

Aunque logres sortear la falta de tiempo, la falta de conocimiento, y la falta de recursos económicos, el dichoso cuarto jinete representa una amenaza continua con la que tendrás que lidiar a diario.

No me cansaré de repetir que construir un blog sólido en Internet requiere mucha paciencia, esfuerzo y dedicación. Los resultados no son inmediatos, y pueden pasar años hasta que empieces a recoger los frutos.

Si ya de por sí es difícil ponerse en marcha, la inmensa mayoría de los que finalmente lo hacen termina dejándolo a medias porque los resultados a corto plazo no son los esperados.

Cuando todo va mal, y los resultados no llegan, tu Propósito Motivador Único es la gasolina que te permite perseverar. En general se trata de algo que tiene un impacto real sobre tu vida y la de los demás; el producto de un talento, conocimiento o habilidad especial que tienes, algo que tiene un efecto energizante y que intrínsecamente forma parte de quien eres.

¿Cuál es el Propósito Motivador Único que te impulsó a crear tu blog o página web?

No lo pierdas de vista, porque si lo tienes siempre presente tendrás muchas posibilidades de conseguir todo aquello que te propongas.

Gracias por leer, y recuerda que el mejor halago es compartir (además de que le puede venir muy bien a alguien).