Cómo Escribir Un (Buen) Post En Una Hora

Uno de los ingredientes fundamentales para construir un negocio sólido en Internet es la generación de contenidos de calidad con la mayor frecuencia posible.

Cuantos más contenidos publiques, más fácil será que te descubran.

Sin embargo no basta con “depositar” cinco posts, cinco episodios de un podcast o cinco vídeos en una semana (por muy buenos que sean), y luego no volver a dar señales de vida durante varios meses.

Si haces esto, tu Audiencia desaparecerá y tendrás que empezar a construir tu presencia online prácticamente desde cero.

Y es que independientemente de si estás construyendo un blog, un podcast, un canal de vídeos en YouTube, un perfil en alguna red social o cualquier otro proyecto en la red, debes de ser fiel a la cita con tu Audiencia o terminarán por abandonarte.

Fíjate que la puntualidad – no faltar a la cita con tus Usuarios – es mucho más importante que la frecuencia de publicación.

Cuando hablamos de crear un blog – especialmente si tienes la intención de convertirlo en un negocio sostenible – tu principal compromiso con los Lectores se traduce en posts periódicos.

Y es muy importante que no falles.

Cualquiera que haya intentado publicar posts semanalmente sabe lo complicado que es mantener esa regularidad. Y si hablamos de un post diario, ya ni te cuento.

Cómo Escribir Un (Buen) Post En Una Hora

A mí me costaba horrores publicar buenos contenidos de forma periódica, y contra todo pronóstico había una relación inversamente proporcional entre el tiempo que dedicaba a elaborar cada post y su popularidad.

Pero poco a poco fui aprendiendo, y ahora es algo que me sale con cierta naturalidad.

Si eres capaz de escribir un buen post en una hora, te resultará muchísimo más fácil ser puntual a la cita con tu Audiencia. Por el contrario, si tardas horas o incluso días en redactar una entrada para tu blog, cada vez te costará más mantener tu compromiso.

¿Cuál es el truco?

Realmente son dos: método y mucha práctica. No te puedo ayudar con lo segundo, pero sí con lo primero.

La chispa inicial

Si quieres escribir un post en una hora no puedes perder 30 minutos pensando sobre lo que vas a escribir, ni el enfoque que quieres darle a tu artículo. Este trabajo tiene que estar ya hecho de antemano.

Lo bueno es que el día tiene 24 horas, y aunque todavía no lo sepas es posible adiestrar tu mente para que vaya dándole vueltas a distintas ideas mientras tú haces otras cosas.

Este proceso de buscar la inspiración de forma prácticamente subconsciente – o al menos estar plenamente receptivos cuando llegue – debe de estar corriendo en la trastienda de tu cabeza en todo momento; de forma subconsciente. Como la memoria RAM de un ordenador.

No creo en la inspiración divina para redactar posts. Sin embargo, he comprobado que cuando realmente te gusta tu nicho de mercado y te acostumbras a cultivar una serie de hábitos que propicien un estado de “receptividad mental”, las ideas vienen con mucha mayor facilidad.

En mi caso hay dos momentos fundamentales en el día para esto: mientras conduzco desde y hacia la oficina, y cuando estoy en el gimnasio (aproximadamente tres o cuatro horas semanales).

Evidentemente tú puedes utilizar otros huecos que te vayan surgiendo durante el día, por ejemplo mientras te duchas o cuando preparas la cena, pero te recomiendo que los identifiques y comiences a cultivar el hábito de la creatividad pasiva.

Acostúmbrate a pensar en tu nicho de mercado durante estos ratos, y las ideas surgirán.

Inicialmente tendrás que pensar en ello de forma activa y consciente, pero con un poco de práctica conseguirás educar tu mente para que le vaya dando vueltas a ideas de forma automática durante estos momentos del día.

¡Ah! Hay que estar siempre preparados para capturar esas valiosas ideas cuando lleguen, no vaya a ser que se nos olviden.

Personalmente nunca me separo de mi fiel iPhone 4 (un poco vintage ya) y cada vez que surge una idea potencial para un post lo apunto en la aplicación de notas. Generalmente una frase o incluso un par de palabras bastan.

En invierno suelo llevar también una libreta tradicional de papel y un bolígrafo en el bolsillo del abrigo (dos utensilios primitivos pero efectivos que también me acompañan en viajes más largos), y en el salpicadero del coche tampoco faltan numerosos bolígrafos y un bloc de notas donde voy almacenando ideas.

Da igual el método que utilices tú para capturar esas buenas ideas antes de que se desvanezcan (aunque según mi propia experiencia si la idea es lo suficientemente buena no se te olvidará), y tendrás siempre una lista de 5 ó 10 posts potenciales esperando a ser escritos.

Primer borrador (30 minutos)

Si has seguido el paso anterior, tendrás una lista de 5 ó 10 posibles posts anotados en alguna parte (o flotando en tu cabeza), y probablemente uno de ellos estará mucho más maduro que los demás.

¿Qué significa eso de “más maduro”?

Pues que no sólo tendrás un idea abstracta sobre el tema que quieres tratar, sino que también tendrás en la cabeza una serie de puntos clave que formarán la base estructural del post. Y probablemente será el que más te apetezca compartir con el mundo.

Ahora – y no antes – llega el momento de ponerse a escribir.

A mí personalmente me gusta hacerlo en absoluto silencio (sin música), y frecuentemente me pongo unos grandes auriculares para neutralizar hasta el más mínimo ruido de fondo. Cuestión de gustos, pero elimina cualquier cosa que te distraiga.

Como cualquier buena historia, tu post tendrá tres actos: introducción, desarrollo y conclusión. El primer paso consiste en trasladar toda esta información desde tu mente al ordenador, construyendo así el esqueleto de tu post.

Mi recomendación es que escribas este esquema directamente en tu plataforma de gestión de contenidos (Blogger, WordPress o lo que sea) en lugar de utilizar un procesador de textos. De esta manera, ahorrarás tiempo más tarde ya que no tendrás que trasladar tu texto de un sitio a otro.

Durante la elaboración de tu esquema preliminar, céntrate en plasmar todas las ideas que tengas en la cabeza haciendo hincapié en los puntos principales. Por ejemplo, si estás escribiendo un post tipo “Top 10”, refleja esos 10 puntos en formato borrador.

Cómo Escribir Un Post

La prioridad ahora mismo es crear la estructura del post, no una obra maestra literaria, por tanto no te preocupes por crear párrafos completos y frases gramaticalmente correctas. Y sobre todo, no leas una y otra vez cada frase hasta que quede perfecta.

A medida que vayas practicando, este esquema te irá saliendo cada vez más completo ya que no sólo irás anotando los puntos principales sino que simultáneamente le irás dando forma.

Limpieza (20 minutos)

Si todo ha ido bien (y recuerda que para que las cosas vayan bien la práctica es fundamental) en apenas media hora tendrás un esquema más o menos definido de tu post.

No será lo más legible del mundo (de hecho probablemente será poco más que una colección de notas y frases sueltas), pero los puntos fundamentales estarán allí y ahora falta limpiarlo todo.

Durante los siguientes 20 minutos te sugiero que vayas leyendo cada uno de los puntos que has escrito en el borrador inicial, y que los vayas desarrollando como si se lo estuvieras explicando a alguien.

Por ejemplo, uno de los puntos de tu borrador podría ser:

  • “Importancia de escribir con regularidad. Por qué y qué pasa si no lo haces…”

Pero si le dices esto a una persona, sin más, no sabrá lo que quieres decir. Por tanto, puedes desarrollarlo así:

  • “Uno de los ingredientes fundamentales para construir un negocio sólido en Internet es la generación de contenidos de calidad con la mayor frecuencia posible. Al fin y al cabo, cuantos más contenidos publiques más fácil será que te descubran. Sin embargo no basta con “depositar” cinco posts, cinco episodios de un podcast o cinco vídeos en una semana (por muy buenos que sean), y luego no volver a dar señales de vida durante varios meses. Si haces esto, tu Audiencia desaparecerá y tendrás que empezar a construir prácticamente desde cero.”

¿Ves?

Simplemente lo que hemos hecho ha sido convertir los puntos de nuestro borrador inicial en frases legibles y organizarlo en párrafos.

En esta fase de limpieza también es conveniente hacer un poquito de “internal link building (tratar de enlazar a dos o tres posts que hayas escrito previamente). Esto es importante no sólo a efectos de posicionamiento SEO (¿ves lo que he hecho ahí?) sino también para que tus Usuarios descubran el resto de tus contenidos.

Lectura en voz alta (10 minutos)

Cuando tengas la versión final de tu post debidamente redactado y organizado en frases y párrafos coherentes, te sugiero leerlo en voz alta como si se lo estuvieras explicando a alguien (si estás rodeado de gente hazlo en bajito, o se pensarán que te has vuelto loco).

Este proceso te permitirá darle una vuelta de tuerca más a tu publicación, eliminando todo lo que sea repetitivo o no tenga sentido y acentuando con negritas, cursivas o subrayados los puntos que quieras enfatizar más (el formateado).

En esta fase de mi proceso, el objetivo no es replicar una obra de Shakespeare sino verificar que la historia que estamos comunicando aporta valor al Usuario y si el mensaje se transmite con claridad.

Según mi experiencia personal, leer tu post en voz alta imaginándote que se lo estás explicando a alguien es un truco muy eficaz para convertir un texto bidimensional en algo con personalidad y vida propia.

Conclusión

Y ahí lo tienes. 30 + 20 + 10 = 60 minutos para escribir un buen post. (Evidentemente no podrás utilizar esta técnica para escribir grandes estudios como este ni posts recopilatorios como este en una hora, pero esos no se escriben todos los días…)

Evidentemente la cosa no es tan fácil como parece, y al principio te costará mucho ceñirte a los tiempos previstos (especialmente si eres una persona perfeccionista).

Verás innumerables problemas en cada frase, cambiarás palabras una y otra vez, y te costará horrores crear un borrador de puntos fundamentales sin editar simultáneamente el texto. Tardarás tres horas en lugar de una, terminarás agotado, y tampoco estarás especialmente satisfecho con el resultado final.

No te preocupes, esto es normal.

Después de seguir este método durante un tiempo, haciendo un esfuerzo consciente por seguir los pasos a rajatabla, conseguirás escribir un buen post en tan sólo dos horas. Luego en una hora y media. Y finalmente en una hora.

Y aunque a ti al principio el resultado te parezca mediocre, comprobarás que tiene el mismo éxito (o probablemente más) que esos posts que tardaban días en escribir.

Cuestión de práctica. Método y mucha práctica. Lo primero ya lo tienes, ahora te corresponde a ti aportar lo segundo.